Una vez acabada nuestra reforma integral, con el desembolso que ello conlleva, lo que más nos interesa es que nuestro bolsillo se recupere cuanto antes.

Por ello, en este post te vamos a dar las claves para que puedas reducir las facturas de tu vivienda, de manera rápida y sencilla, sin renunciar al bienestar de tu nuevo hogar.

Reducir la factura de la luz

La luz no ha parado de incrementarse el último año, en muchos casos, a los consumidores les ha ascendido la factura incluso un 60% con respecto a años anteriores, por lo que la llegada del recibo a final de mes puede suponer un auténtico quebradero cabeza.

En el mercado eléctrico, existen muchas tarifas de luz, ya sean PVPC o mercado libre, por lo que tendremos que localizar la que mejor se adapte a nuestras necesidades según nuestros hábitos de consumo.

En el caso de la tarifa PVPC, no se pueden escoger ofertas, pues el precio del kWh es regularizado por el Gobierno en función del mercado mayorista de la electricidad. El precio de la luz es diferente cada día y cada hora, generando inestabilidad a final de mes.

Por el contrario, en el mercado libre, existen múltiples ofertas, ya que son las comercializadoras quienes eligen su precio libremente. Podemos encontrar tarifas planas, tarifas de precio fijo, nocturnas o con discriminación horaria, por lo que el abanico de posibilidades es mayor. En este caso, dejarse ayudar por asesores energéticos, nos puede facilitar la tarea de encontrar la tarifa de luz más económica para nuestra vivienda.

Asimismo, acciones como aprovechar la luz solar, apagar los aparatos eléctricos cuando no se estén utilizando, mantener el termostato a 22º tanto en invierno como en verano o cambiar las bombillas tradicionales por bombillas LED, nos permitirá reducir también nuestro consumo de electricidad.

Reducir el recibo del agua

Cuando hablamos de reducir el recibo del agua, no podemos escoger cambiar de tarifa, en este caso, cada municipio de España tiene un precio distinto y la empresa que la suministra será la que decida el ayuntamiento dónde vivas.

Por tanto, para ahorrar en la factura, debemos modificar algunos hábitos cotidianos que nos ayuden a reducir el consumo de agua, acciones como cerrar el grifo mientras enjabonamos, instalar una cisterna de doble pulsador, reparar las posibles fugas existentes, poner la lavadora y el lavavajillas con la carga completa o cerrar levemente la llave de paso general, nos pueden ayudar a reducir nuestro consumo

Reducir la factura de gas natural

Si nuestra vivienda también dispone de suministro de gas natural para la calefacción y el agua caliente, es conveniente revisar nuestra tarifa para asegurarnos de que tenemos un buen precio.

Al igual que en la luz, existe el mercado libre, dónde cada comercializadora fija sus tarifas, ya sean tarifas planas o de precio fijo, y el mercado regulado, donde existe una única tarifa llamada TUR, que se es actualizada por el Gobierno cada tres meses.

Por último, podemos llevar a cabo otras acciones para reducir nuestro consumo de gas como realizar la revisión de la caldera o calefactor cada año para asegurarnos de su correcto funcionamiento, colocar los grifos en posición de agua fría, no obstaculizar la salida de calor de los radiadores o ajustar la temperatura del calentador a un máximo de 45ºC.

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